EL PRIMER DIA DE COLE
La entrada al colegio por primera
vez supone una transición vital en la vida de los niños y niñas. En algunas
ocasiones, este cambio puede no ser bien recibido por ellos, entre otras cosas,
porque implica la primera separación prolongada
del núcleo familiar, a la vez que se ven obligados a relacionarse con
personas desconocidas, tanto otros niños como adultos.
Esta vivencia puede generar sentimientos de
angustia, inseguridad, miedo, etc., e incluso pueden aparecer comportamientos
desadaptados como rabietas y lloros.
Otras veces, el malestar se somatiza mediante alteraciones fisiológicas, como dolor
de barriga, vómitos, etc.
En estos casos, la labor de los
padres debe centrarse en facilitar la adaptación a este nuevo contexto. Para
ello, también deben superarse los propios miedos e inseguridades como padres, al
pensar que sus hijos no van a estar bien atendidos o no se van a adaptar
de forma satisfactoria a este nuevo entorno. En algunos casos, la ansiedad por separación
no ocurre solo en los hijos sino también los padres. Por ello, no es recomendable sobreproteger en este
momento a los hijos, ya que limitamos su independencia y el desarrollo de su
autonomía. Tampoco debemos mostrarnos ansiosos ni apenados ante la incorporación
al colegio, ya que transmitimos estas inseguridades a los pequeños, ni montar
una “escenita” de besos y abrazos cuando lo dejamos en el colegio.
Lo que sí pueden hacer los padres
para que la transición sea más positiva es mostrarse tranquilos delante de sus
hijos y dotar de significado esta nueva experiencia, es decir, explicar a los
niños/as en qué consiste el colegio, dónde se ubica, quien va a estar allí, qué
va a hacer allí. De esta manera, presentaremos el colegio como un sitio
agradable donde se aprenden cosas divertidas y se juega con otros niños.
Así mismo, es importante que los
padres participen en la vida académica de sus hijos, y mantengan un contacto
continuo con los profesores a fin de estar informados del progreso de éstos y
formar parte de él.
Por otra parte, los padres pueden
involucrarse también en el contexto escolar, escuchando con interés las
vivencias diarias de sus hijos en este ámbito, y desdramatizando los pequeños
conflictos que puedan surgir con otros compañeros.
Por último, decir que la
aparición de las dificultades antes mencionadas es normal y forma parte del
miedo a lo desconocido y de la propia transición, por lo que esas reacciones
irán desapareciendo en la medida en que el niño o niña se vaya adaptando al
nuevo contexto.
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